SER PADRES
El soñar con nuestros niños es algo que empieza desde mucho tiempo atrás, con frecuencia, desde nuestros juegos infantiles a mamás y papás, aunque sólo muchos años después ya exista la posibilidad
real de ser padres. Así que nuestra experiencia como padres no empezará en el momento del nacimiento de nuestro hijo sino en nuestra propia experiencia como hijos, pues es obvio que no podemos
separar lo que somos y lo que hemos vivido de lo que va a ser nuestra experiencia como padres.
Es por ello que el camino que se emprende una vez conocida la noticia de que seremos papás o mamás va a comportar el comprender y hacer frente a las dificultades que, invariablemente, de una u otra
forma, van a ir surgiendo a la hora de criar y educar a nuestros hijos.
Algunas de las dudas más frecuentes son:
- Las expectativas y la espera
- Los miedos
- El nacimiento
- La reasignación de roles (el pasar de una pareja a una tríada)
- Los cambios en la relación conyugal
- La alimentación y el sueño del bebé
- Los cólicos
- Los hábitos
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BUSCANDO UN BEBÉ
El proceso que se inicia cuando se decide crear una vida suele ser un proceso mágico, lleno de ilusiones, lleno de expectativas y alegría. Pero la andadura de la búsqueda no siempre resulta tal y como habíamos imaginado. A veces los tiempos se retrasan, los baches en el camino nos lo ponen difícil, las metas se alejan y todo esto puede convertir aquellos sentimientos de ilusión y alegría del inicio, en miedos, angustia y desesperación, antagonistas todos ellos de nuestra esperanza de crear una vida.
En algún momento de ese camino, ante la posibilidad de necesitar ayuda médica, la incertidumbre y la espera, el tener que someterse a largos tratamientos, visitas médicas, pinchazos, costes desorbitados y el dolor de renunciar a nuestras expectativas de un embarazo fácil y rápido, crean sentimientos que son ,en muchas ocasiones, difíciles de gestionar y que nuevamente entorpecen el proceso que estamos llevando a cabo, con la presión añadida de que nuestro estado es el que está provocando aún más dificultades y no paramos de oír la típica frase de “no te obsesiones, paciencia que ya llegará”, fácil de decir pero muy difícil de escuchar en el momento en el que nos encontramos.
Algunas de las dudas más frecuentes son:
- Las expectativas vs la realidad
- La angustia
-Cómo controlo mis emociones para favorecer mi bienestar
- La afectación del proceso en la relación conyugal
-Cuando por fin lo conseguimos, qué pasa con nuestros miedos?
-Cómo pueden afectar todas estas vivencias a nuestro/a hijo/a?
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LA IMPORTANCIA DEL NO, LAS NORMAS Y LOS LÍMITES
Los niños necesitan normas, pautas y límites claros y precisos. Ya que si no los tienen, para ellos es un desgaste tremendo tener que averiguar constantemente hasta donde pueden llegar, lo que hoy
pueden hacer o no hacer, si sus padres ya no aguantan más…, en definitiva, cómo orientarse en ese “vacío” en esa especie de laberinto sin salida. Para los padres, por supuesto, es otro desgaste
de energía pasar el día dando órdenes que no se cumplen, diciendo No, gritando, persiguiendo y luchando en una guerra en la que la mayor parte de las veces son vencidos puesto que una de las mayores
virtudes de nuestros niños es la perseverancia hasta que consiguen ganar.
Por lo tanto, puesto que será imposible enumerar todas las normas que deben imperar o prevalecer en cada edad y, además, no podemos olvidar que cada niño es único, pero de nuevo el sentido común será
nuestro aliado fundamental, aunque no debemos olvidar ser CLAROS, COHERENTES y CONSTANTES en nuestras normas y límites para favorecer un buen cumplimiento por parte de nuestros pequeños.
Algunas de las dudas con las que nos podemos encontrar:
- Cuáles son las normas que deben haber en casa?
- Cuántas normas tenemos que poner?
- Cómo lo hacemos?
- Cómo le enseñamos a obedecer?
- Porqué no funcionan nuestros métodos?
- Qué hago si no me escucha ni obedece?
- Tengo que castigarle cuando no hace caso?
- Tengo que premiarle si se porta bien?
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La regulación emocional
Los niños empiezan a experimentar sus primeras emociones incluso antes del nacimiento, pero en cuestión de regulación emocional son los grandes olvidados. Les pedimos que aprendan a gestionar su frustración, que tengan paciencia, que lidien con sus miedos y todo esto sin haber prestado atención a ayudarles en la gestión de esas emociones que les invaden y les arrollan desde su más tierna infancia.
Para todos es complicada su gestión, pero es cierto que algunos niños experimentan grandes dificultades a la hora de templar sus sentimientos y provocan tanto en ellos mismos, como en su alrededor, un gran malestar.
Las señales de alarma suelen ser las siguientes:
- Grandes explosiones emocionales (positivas o negativas)
- Dificultades para identificar y expresar sus sentimientos
- Baja tolerancia a la frustración
- Niños que no toleran los cambios o les generan un gran malestar
- Problemas para gestionar los conflictos o las relaciones sociales
-Enfados o pataletas desmesurados (ante situaciones cotidianas o pequeños conflictos)
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PROBLEMAS DE ALIMENTACIÓN
La alimentación de nuestros pequeños es uno de los aspectos que más nos angustia como padres, por lo que cuando aparecen dificultades en este área algunos padres se ven sin
recursos suficientes o con dudas a cerca de lo que seria mejor para solucionar estas situaciones.
Las señales de alarma suelen ser las siguientes:
- Dificultades para pasar del triturado a los trozos
- Niños con poco apetito
- Niños muy lentos a la hora de comer
- Niños que no toleran los cambios de alimento y su dieta se vuelve muy limitada
- Niños con exceso de apetito o que comen con ansia (tanto por cantidad como por forma y velocidad de la ingesta)
- Trastornos relacionados con la alimentación: Anorexia, Bulímia, pica, etc.
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PROBLEMAS DE SUEÑO
La hora de ir a dormir puede ser un auténtico suplicio cuando se dan dificultades con nuestros pequeños. Es muy frecuente ver que para muchos niños la llegada de la noche supone la
aparición de temores y angustias.
Favorecer unos hábitos de sueño saludables, aportarles seguridad y confianza nos van a ayudar a superar éstas situaciones, que sin duda serán pasajeras.
Algunos de las dificultades más comunes en esta área suelen ser:
- Los miedos; a la oscuridad, a dormir solo, a los monstruos…
- Las dificultades para conciliar o mantener el sueño
- Las pesadillas o terrores nocturnos
- El niño que duerme con los padres
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LOS CELOS Y LA RIVALIDAD ENTRE HERMANOS
Este problema se da en la mayoría de las familias y preocupa enormemente ya que nuestra sociedad considera que entre hermanos debe existir amor y concordia. Pero no siempre es así y los hijos
rivalizan entre ellos, muchas veces como forma de conseguir la preferencia de sus padres, para llamar nuestra atención y otras para sentirse más queridos. Por lo tanto es completamente normal que
entre hermanos existan celos aunque nuestra tarea será la de canalizarlos correctamente para que no se conviertan en un problema y darles un buen modelo de convivencia familiar.
Algunas de las señales que nos preocupan:
- La agresividad entre ellos
- El nacimiento de un nuevo hermanito
- Las peleas constantes
- Les cuesta compartir
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LA PÉRDIDA
Abordar el tema de la muerte en muchas ocasiones nos resulta muy complicado ya que nos encontramos sin los recursos suficientes para poder ayudar a nuestros niños.
La base de nuestra ayuda consistirá en no mentirles, adaptar nuestras explicaciones a su vocabulario y nivel de entendimiento y sobretodo en apoyarles y ayudarles a expresar sus emociones.
Algunas de las dudas con las que nos podemos encontrar:
- Cómo se lo digo?
- Hasta que punto es bueno que conozcan la verdad?
- Si tienen diferentes edades debo adaptar las explicaciones a cada uno o todos por igual?
- Cuál es el mejor momento?
- Debemos incluirles en las ceremonias?
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LA SEPARACIÓN DE LOS PADRES
Esta es una situación bastante frecuente en la actualidad y provoca numerosos problemas en los niños, aunque si sabemos tratarlo correctamente no tiene porque dejar ninguna secuela
psicológica.
Partiremos de la idea de que no hay ningún niño que acepte de buen grado la separación de sus padres y que ésta puede llegar a provocarle mucha angustia e inestabilidad emocional, por lo que nuestra
tarea consistirá en restaurar esa estabilidad y apoyarle para que pueda afrontar esta nueva situación de forma más relajada y adaptarse poco a poco a ella con normalidad.
Algunas de las dudas con las que nos podemos encontrar:
- Cómo se lo digo?
- Hasta que punto es bueno que conozcan la verdad?
- Si tienen diferentes edades debo adaptar las explicaciones a cada uno o todos por igual?
- Cuál es el mejor momento?
Las señales de alarma suelen ser las siguientes:
- Bajada en el rendimiento escolar
- Está más triste
- Cambios en la alimentación o el sueño
- Está más irritable
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LA HIPERACTIVIDAD
Hoy en día todos sabemos el significado del término hiperactivo y lo utilizamos a menudo para describir a aquellos niños muy movidos y traviesos.
Por diferentes causas hay niños a los que les cuesta mucho permanecer tranquilos y quietos en según qué momentos. Si descartamos las causas orgánicas, sabemos que la mayoría de los casos de
hiperactividad han sido propiciados por estímulos externos, eso quiere decir que las conductas de nuestro hijo han sido aprendidas como reacción a las nuestras mismas, como una manera de
relacionarse con nosotros.
Cuando se cumplen una serie de características que implican un nivel atencional bajo o un nivel de actividad excesivo y después de una completa evaluación psicológica, en algunos casos podremos
hablar de un Trastorno por Déficit de Atención con o sin Hiperactividad.
Las señales de alarma suelen ser las siguientes:
- En el colegio presenta dificultades importantes para mantener la atención
- No puede parar quieto
- No puede estar más de unos minutos parado en una tarea (como ver una película)
- No obedece
- No escucha
Es importante tener en cuenta la edad e intensidad en éstas señales, puesto que no es lo mismo que un niño de tres años no pueda estar sentado viendo una película a que sea un niño con seis años.
Debemos ser muy conscientes de qué cosas pedimos y de si ellos son capaces de llevarlas a cabo o no.
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EL DÉFICIT DE ATENCIÓN
La falta de atención es común cuando nuestros hijos son pequeños ya que todavía no han desarrollado las habilidades necesarias para mantener ésta capacidad. A medida que van
creciendo la capacidad atencional va aumentando. El problema aparece cuando a partir de los seis años los aprendizajes escolares requieren un nivel de concentración y atención mayor y nos
encontramos con niños que no son capaces de mantenerlo y como consecuencia presentan dificultades con el currículum o la dinámica escolar.
Cuando se cumplen una serie de características que implican un nivel atencional bajo o un nivel de actividad excesivo y después de una completa evaluación psicológica, en algunos casos podremos
hablar de un Trastorno por Déficit de Atención con o sin Hiperactividad.
Las señales de alarma suelen ser las siguientes:
- En el colegio presenta dificultades importantes para mantener la atención
- No puede estar más de unos minutos concentrado en una tarea (como ver una película)
- No obedece
- No escucha
- Está en las nubes
Es importante tener en cuenta la edad e intensidad en éstas señales, puesto que no es lo mismo que un niño de tres años no pueda estar concentrado viendo una película a que sea un niño con seis años.
Debemos ser muy conscientes de qué cosas pedimos y de si ellos son capaces de llevarlas a cabo o no.
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ALTERACIONES DEL ESTADO DE ÁNIMO
Todos sabemos que nuestros pequeños son una fuente incansable de energía, cuantas veces no hemos dicho o pensado “es que no se le gastan nunca las pilas”, podrían pasarse el día entero jugando,
corriendo, saltando y todo ello siempre con una gran alegría y vitalidad. El problema aparece cuando observamos un cambio en ese nivel de actividad o en su estado de ánimo y empezamos a ver a un
niño/a sin ganas de jugar, apático, triste, serio, con un humor variable, que no sonríe, muy irritable, con dolores de cabeza o barriga, una bajada en el rendimiento escolar, alteraciones del sueño o
la alimentación, todas estas señales deben ponernos en alerta de que algo esta sucediendo.
Los trastornos del estado de ánimo se caracterizan por alteraciones en el estado de ánimo o estado emocional. Existe la creencia de que estos trastornos no se dan en la población infantil pero igual
que los adultos los niños también pueden sufrirlos.
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LAS MENTIRAS
Si bien es cierto que la capacidad imaginativa de los niños les puede proporcionar herramientas para alterar la realidad y propiciar la fantasía, cuando un niño siente la necesidad de mentir es cuestión de averiguar a qué es debido. Puede que se haya acostumbrado a mentir por los beneficios que cree obtener, que intente evitar una realidad que le genera ansiedad, que no se sienta aceptado por los demás, etc. La fantasía, la mentira y la verdad se confunden a menudo y nuestra tarea como padres será la de ayudarles a distinguir claramente entre verdad y mentira.
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LA AGRESIVIDAD
Un niño rebelde suele ser un niño inseguro que intenta esconder esa inseguridad por medio de la fuerza. Ante un niño rebelde conviene que nos planteemos cómo ha llegado a serlo, ya que siempre hay un
origen en el comportamiento incorrecto. Cuando un niño desprende agresividad en sus actos es que algo no esta bien en su interior y como cualquier niño, desea siempre que le quieran, aunque debido a
sus comportamientos recibe menos afecto que otros.
Es fácil hacer una valoración negativa etiquetándole de “niño difícil” y es así como tenderemos a verle de manera general como un problema para todo. Entonces nos resultará muy fácil caen en la
tentación de culpabilizarle o, incluso peor, de tomar una postura de resignación.
Como padres nuestra tarea consistirá no tanto en lograr que disminuyan sus comportamientos inadecuados, sino en hacer que aumenten los correctos. Son muy diversos los aspectos que se pueden trabajar
para mejorar el comportamiento y, en cada caso, se deberán elegir los más adecuados.
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PROBLEMAS SOCIALES
Hay algunos niños que acostumbran a estar solos y parece que tienen dificultades para relacionarse con los demás niños. Pero debemos tener en cuenta que hay niños de carácter tranquilo que se
sienten muy bien jugando solos, leyendo, pintando, haciendo construcciones, y hay que respetarlo. Hay que saber entonces si está solo porque quiere o porque no sabe estar con otros, si sufre con su
soledad o sabe sacar partido de ella.
Como padres debemos estar alerta y detectar si se producen dificultades y a la vez tener la habilidad de estimular sus habilidades sociales desde muy pequeños, propiciando situaciones en las que
tengan ocasión de compartir trato y juegos, así como ser ellos mismos con otros niños.
Algunas señales de alarma suelen ser las siguientes:
- Cuando vamos al parque no comparte juegos con los demás niños
- En el colegio no forma parte del grupo
- Durante el recreo pasa la mayoría del tiempo solo
- Le resultan difíciles (y no le gustan) los juegos en equipo
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ASERTIVIDAD
Para algunos niños es difícil hacer amigos nuevos o incluso relacionarse con sus compañeros. Otros, presentan dificultades para gestionar sus conflictos y acaban en constantes disputas o rechazos.
La asertividad es aquella habilidad social y comunicativa que nos ayuda a relacionarnos de manera eficaz con los demás, entendiendo sus derechos y respetándolos así como respetando y atendiendo a los nuestros propios.
El comportamiento asertivo puede favorecer las relaciones sociales de
nuestros niños y es por eso que en ocasiones debemos ayudarles a disminuir comportamientos agresivos o pasivos y enseñarles nuevas formas de
relacionarse.
Como padres
debemos estar alerta y detectar si se producen dificultades y a la vez tener la habilidad de estimular sus habilidades sociales desde muy pequeños, propiciando situaciones en las que tengan ocasión
de compartir trato y juegos, así como ser ellos mismos con otros niños.
Algunas señales
de alarma suelen ser las siguientes:
- Cuando vamos
al parque no comparte juegos con los demás niños
- En el colegio
no forma parte del grupo
- Durante el
recreo pasa la mayoría del tiempo solo
- Le resultan
difíciles (y no le gustan) los juegos en equipo
- Cuando esta jugando con sus amigos aparecen peleas o disputas constantemente y no sabe cómo gestionarlas
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LA TIMIDEZ
Cuando un niño vive rodeado de cariño y respeto disminuyen las posibilidades de que se convierta en un niño tímido. Por el contrario, la severidad excesiva, la rigidez y la crítica, la desaprobación
frecuente, también la burla, y a veces la sobreprotección, siembran la semilla de la timidez infantil.
En un niño es normal cierta timidez, como el comienzo del colegio, la aparición de un extraño o cualquier cambio de ambiente, cualquier situación imprevista o nueva puede provocar un retraimiento
pasajero. Podemos considerarlo un problema cuando esa timidez les bloquea hasta el punto de evitar diferentes situaciones temidas o les genera un sufrimiento excesivo una situación
cotidiana que implique su participación o la de un extraño.
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EL CONTROL DE ESFÍNTERES
Los problemas con el control de esfínteres son muy comunes y generalmente producen pudor tanto en los niños como en los padres, provocando que se aplace demasiado la
solución.
El primer paso es descartar cualquier problema orgánico, para eso el pediatra deberá hacer una exploración del caso.
Es a partir de los dos años aproximadamente cuando los niños deberían tener un buen control de esfínteres. Aunque no debemos olvidar que el proceso de maduración de cada niño es diferente y por lo
tanto debemos respetar los ritmos de nuestro hijo.
Para quitar el pañal de forma adecuada será necesario que sigamos una rutina y motivemos a nuestro pequeño a conseguir estar seco la mayor parte del tiempo. Si a partir de los seis años se sigue
mojando la cama entonces es hora de acudir a un profesional y valorar qué está sucediendo.
Algunas de las dudas con las que nos podemos encontrar:
- Qué pasos debo seguir para retirarle el pañal?
- Cómo se si ya es maduro para controlar o no?
- Hasta qué edad es normal que mojen la cama?
- Qué puedo hacer si a partir de los seis años sigue sin controlar?
- Como puede afectar al niño el hecho de mojar la cama?
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LA ANSIEDAD
La ansiedad es una respuesta normal y adaptativa ante amenazas reales o imaginarias, que prepara al organismo para reaccionar ante una situación de peligro. Aunque es útil en el proceso de adaptación
ante un peligro, puede provocar dificultades cuando se produce ante algo que no es una amenaza, es de una intensidad desproporcionada y/o persiste más de lo necesario y provoca un malestar
significativo en la vida del niño o adolescente.
Cualquier cambio o situación difícil puede aumentar el nivel de ansiedad de nuestros pequeños provocando síntomas como el miedo, el rechazo a algunas situaciones, el insomnio, los cambios en el
apetito, etc.
Como padres deberemos estar alerta ante estas señales y propiciar un entorno seguro y estable para que desaparezcan esos miedos reales o irreales que están produciendo malestar en nuestro hijo.
Las señales de alarma suelen ser las siguientes:
- Tiene miedo a estar solo, a separarse de sus padres, a ir al colegio, a tener un accidente, etc.
- Esta muy inquieto
- Hay muchas cosas que le preocupan
- Se muerde las uñas
- Bajada en el rendimiento escolar
- Esta más triste
- Cambios en la alimentación o el sueño
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LOS MIEDOS
A partir de los dos años es relativamente frecuente que los niños empiecen a manifestar miedos. Son temores que tienen que ver con la vida imaginativa del niño, con sus angustias y preocupaciones,
que toman forma para poderse expresar, lo cual tiene la ventaja de que, así le podemos consolar y tranquilizar.
Así que los miedos van a tener un cierto valor positivo, pues ayudaran al niño a comunicar y compartir con sus mayores el hecho de que haya cosas malas que le asustan.
En cualquier caso, los temores no son algo a infravalorar o despreciar; que a los mayores nos puedan parecer absurdos o exagerados no significa que no tengan un enorme valor para ellos, por lo que
nuestra tarea consistirá en apoyarle y entenderle para que pueda superarlo con normalidad.
Algunas de las dudas con las que nos podemos encontrar:
- Cómo debo actuar cuando tiene miedo por la noche?
- Debo dejarle dormir con nosotros si tiene miedo?
- Debo evitar que haga aquellas cosas que le provocan miedo?
- Cómo le tranquilizo?
- Cómo puedo ayudarle?
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LA ADOLESCENCIA
La adolescencia es una de las etapas más interesantes de la vida, llena de cambios y experiencias que preparan al individuo para construir su propia identidad y le permiten dar el
paso de niño a adulto.
La evolución de estos cambios pasará por la pubertad (de los 11 a los 13 años aproximadamente), que será una condición necesaria para el acceso a la adolescencia (de los 14 a los 18 aproximadamente)
y posteriormente a la edad adulta.
La preadolescencia se plantea ante todo como una cierta ruptura con la infancia; va a empezar su lucha por abandonar la idea de dependencia del medio familiar frente a una supuesta liberación. Por lo
que es normal que los Padres intenten seguir manteniendo a sus hijos como pequeños para evitar las dificultades y peligros que puede conllevar su crecimiento, pero lejos de ayudar esa actitud solo
les aleja más de ellos.
Las características que primaran estos cambios van a ser las siguientes:
- Cambios corporales, mentales y de conducta
- Alejamiento de los padres (a nivel físico y a nivel afectivo)
- Cambio en sus intereses
- “Aislamiento” en su habitación
- Acercamiento e idealización de su grupo de amigos
- Deseos de independencia y libertad
- Cambios en el estado de ánimo
- Aumento de la agresividad
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